Otro noche de sábado más, Arqui como siempre a mi lado intentando llamar la atención haciendo lío.. Yo, observo la soledad de la noche que se esparce por la ventana..
Todavía es temprano, dentro de unas horas se comenzará a escuchar las bocinas de los autos, los gritos de los gente que sale a bailar.. La dinámica de la ciudad que nunca duerme, y menos por estos lados..
Nuevamente comenzará ese debate eterno.. ¿Volverán en algún momento esas ganas de salir que tuve antes?, ¿Estaré desperdiciando mi tiempo?, ¿Podré sentir eso de nuevo?, ¿Nos encontraremos algún día?.. Palabras que resonarán en mi cabeza..
Pero seguiré mirando por la ventana..
Viendo como las nubes, que se mueven tan lentamente, inundan el cielo de rojo. Hasta parece que sufriendo, como si al ocultar la belleza de sus estrellas estas sangraran tiñéndolo todo.. Mezclándose con las luces de los edificios y la oscuridad de mis pensamientos..
Es otra noche de sábado más.. Hoy el cielo acompaña mi padecimiento...
Mi eterno insomnio juega conmigo, me invade y por momentos llega a ganarme.
Busca sus aliados en el aburrimiento y la monotonía de las noches que día tras día se hacen infinitas.
Pareciera que derrota a mi cuerpo para dejar la mente abierta y hacerse dueño de mis pensamientos. Me lleva a transitar por caminos de sueños despiertos, ilusiones tontas y preguntas a las que jamás le encontraré respuestas.
Hasta logra que comience a dudar, que tenga miedo. Me enfrenta a la oscuridad, a los ruidos extraños, a la soledad de la noche y hace que el vacío se haga real.
Es mi enemigo y a veces mi aliado. Tiene esa bipolaridad que hace que lo odie y lo ame.
Al final de cuentas sabe que al terminar la noche soy yo la que le gano.
Cam.
